Adoro II: París (y su encanto)

Tuve la fortuna de comprobar con todos mis sentidos por qué París es considerada la ciudad del amor. Por todo París se respira amor. La ciudad está llena de sitios para caminar de la mano, cada rincón pareciera invitarte al paso lento, a sentarte y admirarla cautivo. Sus cafecitos, sus calles empedradas, sus puentes, jardines, bulevares, flores, pianos, violines... todo está empapado de arte, cultura, belleza, que te dejan completamente enamorado (y te impulsan a besar a quien tengas al lado!!)

Cualquier experiencia en París es romántica, hasta detenerte a comprar chocolates en boutiques donde los envuelven como joyas.

credito: whiteloftstudio

Todavía recuerdo el escalofrío que sentí al contemplar por primera vez la figura de la torre eiffel y luego verla asomar de lejos en los variados rincones de la ciudad, siempre bella, enigmática, atrayente. También recuerdo el impacto que me causó la pirámide del Louvre iluminada por la noche, la elegancia del sena, el arte callejero en Monmartre, el fervor del barrio latino, las múltiples fachadas estilo Patisserie, en fin es toda una fiesta dejar que París entre en tus sentidos! (y juro que no te abandona nunca más!)

crédito: madame bazaar

Algunas lindas fotos muy inspiradas que sacó mi amor!

 

París esta llena de íconos que te dejan atónito, los campos eliseos, la catedral de Notre Dame, la Torre Eiffel,  el Arco del Triunfo etc. Pero lo que mas amé de ésta ciudad es perderme en sus pintorescos barrios y disfrutar de los famosos ¨Pain au chocolat” o de los “crèpes au nutella”.

crédito: justinchungphotography

Al encontrarme con París entendí claramente porque amé y amo tanto a Amelié, con su frescura e inocencia ésta deliciosa parisina me demostró que toda París es una fábula hermosa y claramente es así, París tiene alma, se te mete en la piel, inunda cada uno de tus sentidos y los transforma en un cuento maravilloso.

El París de Antes del atardecer (eso sí sin Ethan Hawke ni Julie Delpy), transpira magia. Cámara en mano se siente un deseo irrefrenable de sacar una y otra foto a cada paso, todos los rincones son diferentes pero igual de deslumbrantes e invitan a eternizarlos. A pesar de no manejar el idioma (aunque me parece encantador y está en mi lista de pendientes estudiarlo) con tan solo decir “bonjour”, “s’il vous plaît”, “merci” acompañado de una sonrisa, todo estará resuelto.

Por  todo esto (y por muchas cosas más) es que incluyo a París dentro de mis temas adorados! y nunca pierdo la ilusión de volver a pisar la ciudad del amor en algún otro momento y seguir perdiéndome y enamorandome en sus callecitas. Como dijo el gran Humphrey Bogart  "Siempre nos quedará París"